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Bodegas Vidular es una bodega cántabra que se ha ganado reconocimiento y prestigio a golpe de duro trabajo, buen hacer y mucha simpatía. Nos hemos acercado hasta sus viñedos de Noja para conocer su trabajo y poder contaros todo acerca de sus vinos. ¿Nos acompañas?
Ubicación
Bodegas Vidular tiene la bodega en el pueblo del mismo nombre, ubicado en la zona oriental de Cantabria. Aquí fue donde comenzaron su andadura en el año 1999 cuando adquirieron 5 hectáreas de viñedo y una antigua casa montañesa, que actualmente está restaurada y reconvertida en casa rural.
A medida que fueron elaborando sus vinos y ganándose al público, se expandieron con viñedos en Castillo 7 Villas y Noja.
Noja
En esta ocasión visitamos las instalaciones y viñedos que poseen a la entrada de la villa de Noja. Sin duda un enclave perfecto que les hace 100% visibles desde la carretera, y a su vez ofrece un pequeño oasis para aquellos que quieran disfrutar de un paseo y la naturaleza justo a la entrada de la villa.
Nos recibió Mikel, quien con mucha simpatía y total dedicación nos explicó todo acerca de su historia, la ubicación de los viñedos, las uvas que emplean para la elaboración de sus vinos (de lo que hablaremos más adelante) y alguna curiosidad. ¿Sabes que son la única bodega del mundo que emplea camellos para las tareas de laboreo?…¿no te lo crees? Te invitamos a que los visites y preguntes por ello…quizás te lleves una sorpresa justo al lado del viñedo 😉
Sus vinos
En Bodegas Vidular trabajan con uva albariño, chardonnay, treixadura y godello, variedades que se adaptan muy bien a estas fincas y climatología, y el sistema de plantío que emplean es gullot.
Elaboran dos vinos blancos (Ribera del Asón y Cantabricus), dos vinos espumosos (Cantabricus) y orujos. Nosotros en esta ocasión catamos Ribera del Asón y el espumoso Cantabricus, que acompañamos con queso y anchoas de Cantabria, ¡El maridaje perfecto!
Ribera del Asón
El primer vino que elaboraron en Bodegas Vidular. Elaborado con uva albariño (60%) y chardonnay (40%) de viñedos propios. Fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 17ºC.
Color amarillo brillante, con tonos verdosos.
Nariz de intensidad media muy frutal, con recuerdos a peras, manzana, flores blancas…
Boca con buena acidez, trago fácil, frutal, equilibrada, que invita a seguir bebiendo.
Un vino que sorprende a todo aquel que lo prueba, puesto que no está acostumbrado a los vinos cántabros, pero que por su calidad bien podría ser un vino habitual para muchos de vosotros. No dudéis en descubrirlo.
>>Si estás interesado en este vino puedes adquirirlo aquí.
Cantabricus Espumoso
Tras la cata de Ribera del Asón pasamos a catar el espumoso Cantabricus. Este brut (hasta 12 gr/litro de azúcar) está elaborado con 100% uva albariño bajo el método champenoise.
Si a muchos les sorprende el blanco Ribera del Asón por su calidad cuando conocen su origen, no se quedan menos sorprendidos cuando descubren que también se elabora un espumoso con este.
Al estar elaborado con uva albariño se aleja del sabor de los espumosos a los que más solemos estar acostumbrados (especialmente al cava y champagne) y es ahí donde radica su encanto. Estamos ante un espumoso muy fácil de beber, equilibrado, con ciertos toques cítricos, todo un descubrimiento.
Tal y como hemos comentado, además de los vinos catados elaboran también orujos y Cantabricus, vino blanco elaborado con uva treixadura y chardonnay de sus propios viñedos.
Este vino es carnoso, goloso, con buena acidez y aromas muy profundos e intensos que recuerdan a cítricos, fruta blanca tropical…que marida a la perfección con la gastronomía local.
Sus orujos están elaborados con los hollejos sobrantes de la elaboración de sus vinos y son destilados en Potes.
Enoturismo
Uno de los puntos fuertes de esta bodega es lo que al fin y al cabo lo que le da el alma: su equipo. Mikel hace la experiencia de la visita amena, didáctica y agradable. No hemos tenido el placer de conocer a su hermano, pero no dudamos de que la experiencia sea exactamente igual de su mano.
Si os acercáis por Noja no dudéis en parar a conversar con ellos, degustar sus vinos y conocer un poco más acerca de su trabajo. Ofrecen visitas al viñedo con cata, que sin duda merecen la pena.
Igualmente podéis acercaros a Vidular, donde elaboran los vinos y donde tienen una casa montañesa restaurada y convertida en casa rural. Este enclave, a pesar de que pueda parecer un poco alejado, ofrece un paisaje espectacular, al estar rodeado de viñedos.
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