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Seguramente si a muchos de nuestros abuelos. Perdón, seguramente si a muchos de nuestros padres les contamos o les hubiésemos contado que algunos viticultores iban a poder controlar la producción de la vid desde casa no se lo creerían. Es la magia de la evolución, la innovación y la relación entre la viticultura y tecnología.
Hoy en día, los medios para realizar una viticultura de gran calidad son muy elevados. Ya no hablamos de herramientas que facilitan y mejoran las tareas que se realizan en viññedos. Estamos hablando del control de los procesos como el regado de la vid en base a datos que envían satélites espaciales.
En esta relación en particular entre la viticultura y la tecnología, interviene de una forma crucial la Formula 1. El material con el que desarrollan tubos de escape y motores está siendo un jardín de pruebas para elaborar los satélites de los que hablábamos anteriormente y que permiten a algunos viticultores incrementar la calidad de sus vinos e incluso el hecho de elaborarlos y producirlos.
En este caso en particular que estamos nombrando, los satélites mandan información acerca de la temperatura de la vid y el viticultor es capaz de adaptar los tiempos de regado de la misma.
Nuestra opinión
La vida crece y evoluciona hasta puntos que nadie puede ser capaz de imaginar. Las nuevas tecnologías nos dan un plus en muchos aspectos de la vida que bien aprovechados nos aportan grandes ventajas competitivas en el terreno personal y profesional. El ejemplo de la relación entre la viticultura y tecnología es un claro ejemplo. No obstante, y centrándonos en el mundo del vino, debemos tener en cuanta ciertos aspectos que pueden hacer que se llegue a desvirtuar lo que la historia y la cultura vinícola nos ha dado con tanto cariño y buenos resultados. De hecho, muchos viticultores que lean esta noticia, estarán muy en desacuerdo con aplicar estos mecanismos de control e información porque están convencidos de que a pie de viña, el mundo del vino se ve diferente y las decisiones serán más eficientes. Nosotros creemos que como tantas cosas en la vida, es cuestión de analizar las necesidades y capacidades de cada viticultor, cada terruño, cada bodega, cada enólogo… y así poder decidir, si en ciertos casos, la tecnología aplicada al mundo del vino es la mejor forma de elaborar y producir caldos de calidad.
Y vosotros: Viticultura y tecnología ¿Qué opináis?
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