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La calificación de las añadas es algo que muchos winelovers consultan año a año pero seguro que nos surgen algunas dudas, ¿Qué significa realmente esa calificación?, ¿Quién decide la calificación de esa añada?, ¿Qué se tiene en cuenta para establecerlo? ¿Existe alguna calificación de añada mala? Explicamos cada una de esas dudas para no volver a tener dudas.
¿Qué significan la calificación de las añadas?
Anualmente cada añada tiene asignada una calificación que puede ser mediana, normal, buena, muy buena y excelente. Esta calificación tiene como función conocer la calidad del vino elaborado en esa añada en una Denominación de Origen en concreto.
¿Quién decide la calificación?
Cada Consejo Regulador establece su propia calificación. Se toman muestras de, o bien todos o bien algunas muestras seleccionadas, de cada vino en cualquiera de sus fases y se analiza en laboratorio para poder establecer si alcanza una calidad mínima y por tanto ese vino va a estar amparado bajo la marca del Consejo Regulador. Tras ese control, el Comité de Calificación de cada Consejo Regulador valora las muestras en una cata en su conjunto para poder determinar que calificación se le otorga a esa añada.
¿Qué se tiene en cuenta para establecerlo?
Para establecer la calificación de las añadas cada Consejo Regulador tiene en cuenta el clima ya que este marca la calidad de la uva con la que están elaborados los vinos (lluvias, horas de sol, temperatura, heladas, granizadas…) y la existencia de plagas o enfermedades.
Una vez tenido en cuenta esos aspectos el Comité de cada Consejo Regulador valorará las muestras en cata y de sus impresiones se decidirá cual es la calificación de esa añada.
¿Existe alguna calificación de añada mala?
Tras conocer el método bajo el que se establece la calificación para cada Denominación de Origen seguramente te plantees si los propios Consejos Reguladores no favorecen sus propias calificaciones de cara al consumidor para que se tenga una mejor imagen de sus vinos. Hace años el clima si que tenía una influencia muy importante en el resultado final de los vinos, pero gracias a los avances en conocimientos y metodología hace que el impacto del clima se reduzca resultando vinos muy buenos, e influyendo más otros aspectos como el terruño, la mano del enólogo…Este hecho hace que desde hace ya unos años todas las Denominaciones de Origen cuenten con calificaciones «Excelentes» o «Muy buenas», teniendo que remontarnos a hace ya muchos años para encontrar verdaderas calificaciones de las añadas de baja puntuación.
Conclusión
Hay que tener en cuenta que esta evaluación es una media de todos los vinos elaborados en la misma Denominación de Origen y como ocurren en todas las medias siempre se pueden encontrar vinos excepcionales y otros con «aprobado» amparados bajo una misma calificación de añada,así como tampoco se tiene en cuenta la existencia de microclimas que no comparten las mismas características y por lo tanto tampoco compartirían la calificación.
Nuestro consejo es dejarnos guiar por el método de elaboración, el trabajo del enólogo, el terruño…y saber que si una añada ha sido excelente probablemente nos indique que ese vino ha partido con ventaja, pero no es algo determinante para decirnos a la hora de decantarnos por un vino de una Denominación de Origen u otra.
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