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Obtener la mejor calidad del vino es la máxima de todas las bodegas, por ello se llevan a cabo muchos estudios para poder mejorar los procesos . El último de estos estudios es el llamado Bottlescan, cuya finalidad es detectar imperfecciones en tiempo real en las botellas. ¿Quienes participan en el estudio? ¿Qué avances se han podido llevar a cabo?
¿Quiénes forman parte del estudio?
Para llevar a cabo este estudio se han unido Mecanizaciones Alavesas (empresa de fabricación e ingeniería de procesos para plantas de embotellado) con Ainia (centro tecnológico que impulsa la competitividad de las empresas a través de la innovación), siendo financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad. En cuanto a donar muestras para poder analizar colabora Bodegas Rioja Alta.
¿En qué consiste el proyecto de control de calidad del vino?
Para poder controlar la calidad del vino, se ha desarrollado el proyecto Bottlescan, consistente en dos prototipos que irían ubicados en la línea de llenado de vidrio, analizando cada una de las botellas en tiempo real.
La función del primer prototipo es la de detectar bitartratos (pequeños cristales, similares a la sal, que se suelen encontrar en el fondo de la botella o corcho en vinos sin filtrar) o algún cuerpo extraño en las botellas, de manera que se evita la presencia de posos o fragmentos de plástico o vidrio.
El segundo de los prototipos está destinado a detectar problemas de oxidación una vez el vino ya está embotellado.
¿Qué funcionamiento tienen los prototipos?
Para poder detectar posibles sedimentos o imperfecciones, así como problemas de oxidación se emplea la visión penetrante NIR. Esta tecnología que emplea cámaras con sensores detecta imperfecciones en las botellas de vino en tiempo real durante su embotellado de muy pequeño tamaño (hasta un tamaño de 3 mm.). Esta detección temprana impide que se comercialicen aquellas botellas que contengan algo no deseado o que tengan problemas de oxidación, mejorando la percepción de calidad del vino en el consumidor final.
Aclaración
Así como los problemas de oxigenación si que afectan a la calidad del vino, la presencia de bitartratos simplemente corresponden a que ese vino no se haya filtrado y no supone ningún problema en la calidad del vino. Entre los consumidores del vino hay personas que la presencia de posos o esos pequeños cristales en el corcho o en el fondo de la botella le incomodan o les parece desagradables y es por ello que muchas bodegas optan por filtrar los vinos.
Sin embargo, entre los winelovers se encuentran cada día más adeptos a los vinos embotellados sin filtrar para que los vinos conserven todas sus características, empleando un decantador en los casos en los que el vino presente posos.
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